
Escudo de Puente Genil.

Asociación Nacional de
Olivareros (1935).
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OPTIMI OLEI EMPORIUM
Antiguamente, antes
de que el regadío llenara nuestras campiñas de cultivos de verano,
la denominada trilogía mediterránea –viña, cereal y olivar- era la
que imperaba en el campo.
Puente Genil destacó desde finales del siglo XIX por la calidad de
los aceites, gracias a la labor, entre otros, de Emilio Reina
Montilla. Era lógico esta dedicación especial al olivo, pues las
tierras de labor de nuestro pequeño término municipal no podían
competir con las feraces campiñas de Córdoba y sus alrededores,
grandes productoras de cereal. En cuanto a vinos, si bien siempre ha
habido en la Puente buenos caldos, la preponderancia de Montilla y
Zapateros –que así se denominaba Moriles hasta 1912- era abrumadora.
Por ello, con las innovaciones y el cambio de mentalidad que D.
Emilio había traído a la zona, se creó un entramado de molinos
aceiteros que dieron fama a estos pagos. Prueba de ello son los
innumerables premios que en España y el extranjero obtuvieron
nuestros aceites. Como botón de muestra, diremos que en julio de
1909 obtuvieron los de Morales y compañía el gran premio, hoja de
honor y medalla de oro en la Exposición de Milán.
La larguísima lista de premios hizo que la Asociación nacional de
olivareros concediera a Puente Genil el título de
OPTIMI OLEI EMPORIUM
–El mejor emporio del aceite-. Este título, único en España, fue
aprobado en la reunión de la Asociación de fecha 15 de octubre de
1935. El 3 de enero de 1936 fue comunicado al Ayuntamiento. El acto
protocolario tuvo lugar el 10 de enero de 1936. Ese día se
desplazaron a nuestro pueblo los miembros de la comisión de la
Asociación Nacional de Olivareros. Tras visitar varios molinos –los
de D. Manuel Reina Noguez, D. Agustín Espuny Fonollosa y Morales y
compañía- se dirigieron al salón de plenos del ayuntamiento para
hacer la entrega oficial del título. La fotografía que mostramos, de
gran valor histórico, inmortaliza ese momento. En ella podemos ver,
entre otros, a D. Manuel Reina Noguez, D. Antonio Rodríguez
Carrascosa –presidente de la Asociación-, D. Pedro Solís –secretario
de la misma-, D. José Flor Carvajal –secretario del ayuntamiento-, y
D. Antonio Romero Jiménez –alcalde de Puente Genil, situado en el
centro de la foto-.
Puente Genil contó con este lema en su símbolo heráldico hasta 1985.
En ese año, debido a la presión de pueblos cercanos que comenzaban
el desarrollo de sus industrias oleícolas, se decidió retirar del
escudo la inscripción. Un título ganado con todo merecimiento pasaba
al olvido por culpa de unos políticos locales que no supieron ver
que con ese gesto se estaba borrando de un plumazo una historia
llena de esfuerzos, desvelos industriales y prestigio para nuestro
pueblo.
En 2008, la nueva legislación autonómica obligó a que las entidades
locales inscribieran sus escudos y logotipos de forma oficial para
evitar duplicidades y errores. Así, el equipo de gobierno de esos
momentos, con Manolo Baena a la cabeza, decidió que al inscribir el
escudo de Puente Genil era de justicia que apareciera el viejo lema.
Así se hizo y así consta. Según la Resolución de 12 de diciembre de
2008 de la Dirección General de Administración Local, se admite la
inscripción en el Registro Andaluz de Entidades Locales del escudo y
logotipo del municipio de Puente Genil (Córdoba), según el
expediente número 025/2008/SIM.
Por
Carlos Delgado Álvarez de Sotomayor
Extraído de su blog "Archivos para la Historia de Puente Genil".
http://archivospontanos.blogspot.com.es/2012/05/optimi-olei-emporium.html
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