La vida de Eligio Gómez Porras y de su hijo Manuel Gómez Morales, se truncó trágicamente una tarde del mes de julio, mucho antes de lo que la naturaleza hubiera designado.
Doña Matilde Varo, esposa de Manuel Gómez, tomó las riendas de la empresa familiar y se puso a la cabeza de la dirección al mismo tiempo que sacó adelante a sus dos hijos, Francisco y Manuel. Matilde, una mujer fuerte y hecha a sí misma por los golpes de la vida, fue capaz de afrontar una de las épocas más duras a fuerza de trabajo, esfuerzo y de fe.