En nuestro cortijo, tenemos un pequeño rincón donde el tiempo se ha parado, y se puede percibir la más pura tradición del modo de fabricación denuestros mayores. Nuestro molino de prensas, ha perdurado a través del tiempo y, activo hasta hace poco más de una década, conserva la esencia de una época donde el aceite de oliva se obtenía de otra forma a la actual, aunque siempre con la esencia de un método mecánico y una extracción en frío.
Este molino, que usted puede visitar (entre en el apartado de oleoturismo), contiene una cuidada maquinaria que hoy mismo podría ponerse a funcionar.
EXTRACCIÓN TRADICIONAL
La extracción del aceite de oliva se producía por medio de la presión de la masa (hoy en día se produce por centrifugación de la misma). En el proceso intervenían diferentes máquinas que necesitaban un importante componente humano para su funcionamiento.
El proceso, un método artesanal con siglos de antigüedad, ha venido usándose (con algunas variaciones técnicas) desde tiempos del Imperio Romano hasta nuestros días.
Un empiedro (o molino de martillo) para triturar la aceituna, un batido de la masa resultante y el prensado hasta separar la parte líquida de la sólida (orujo) componían la primera parte del sistema de extracción.
Después, se producía una decantación en la que se separaba el aceite del agua de vegetación (alpechín). Un proceso en el que el aceite se obtenía por medios únicamente mecánicos y en los que la masa no se calentaba a más de 27º.
Nuestro molino de prensas, tenía la capacidad de moler 14.000 kg de aceituna al día (moliendo 24 horas) mientras que el actual sistema continuo puede llegar a molturar en torno a los 70.000 kg/día.
MAQUINARIA
– Empiedro: su función era la de triturar y romper la aceituna, para facilitar luego la extracción del aceite de oliva que lleva dentro.
– Batidoras: Batían la masa a una temperatura de unos 25-27º durante unos 90 minutos.
– Termofiltro: Aquí goteaba por gravedad el mejor aceite, posteriormente pasaba a una nueva batidora durante 25 min.
– Cargador de capachos: servía para cargar de masa los capachos. Éstos se iban introduciendo en unas carretillas con un eje vertical.
– Prensas: servían para prensar los capachos y extraer el aceite de la masa que había entre uno y otro. Había varias intensidades de presión y según éstas, la calidad del aceite. A mayor presión, menor calidad de aceite.